lunes, 20 de diciembre de 2010

G.Jugadores-Carlos Alberto Fenoy

Carlos Alberto Fenoy Muguerza, nacido en Buenos Aires el 15 de octubre de 1948.

Fue un caso inusual en su época, tal como recogen varios sitios webs especializados en futbol de argentina. Carlos Fenoy, quien desarrolló su carrera en el fútbol argentino en Newel's ,Vélez y Huracán, llegaría al Celta de Vigo para disputar la temporada 1976-77.

Por aquel entonces, e incluso ahora, el hecho de que un portero efectuase en lanzamiento de los penalties era algo muy inusual. Fenoy no tardaría mucho en intentarlo, en la tercera jornada, disputada el 19 de septiembre de 1976, batió en Balaídos, ni mas ni menos que a Arconada, uno de los grandes porteros de la historia, por entonces portero de la Real Sociedad. El colegiado que tuvo el honor de pitar ese penalti, de apellidos dificil de olvidar, fue Acebal Pezón. Transcurría el minuto 57 de partido, y ese gol dio la victoria (1-0) segunda consecutiva tras la conseguida la semana anterior ante el Atlético de Madrid, futuro campeón de esa Liga.

Arconada no sería el único portero batido por Fenoy esa misma temporada, más tarde caerían Esteban del Elche, el mítico Carnevalli del Las Palmas, Miguel Ángel del Real Madrid y nuevamente Carnevalli del Las Palmas, esta vez en el estadio insular. A excepción hecha de ese último partido ante el Las Palmas, en las anteriores cuatro ocasiones, sus goles dieron la victoria al Celta. Un caso insólito en nuestro fútbol, aún muchos años después.

Lamentablemente, ni sus goles, evitaron que el Celta tuviese que jugar la promoción de descenso, en la cual finalmente caería a los infiernos de la Segunda División.

No cabe duda de que Fenoy fue un personaje de los que caen a la tierra de cien en cien años. Dejaba el sello de su infinita personalidad en su área y en la ajena; tenía un carisma especial entre sus compañeros y entre la afición. Porque al igual que los más bellos tangos porteños, el Loco sabía conjugar pasiones tan contradictorias como el odio y el amor, el dramatismo y la gracia; la parada y el gol.
Para colmo tuvo un triste final: en la sexta jornada de la temporada 79/80 el Alavés arrancó un empate de Balaídos después de ir perdiendo 2-0, y el público soberano hasta cuando destrona a los ídolos decidió al unísono abuchear al venerado argentino de las tardes de gloria. Concluido el encuentro el arquero se retiraba despacio, ahora sí al compás de los pitos, pero alcanzando el túnel de vestuarios ofreció un soberbio corte de mangas para ajusticiar su leyenda. La complicidad y el entendimiento entre Fenoy y las gradas merecían otro adiós; pero lo cierto es que no jugó nunca más.

Posteriormente, recalaría en el Real Valladolid, donde no se prodigó en estos lanzamientos, tan inusuales para un portero.

José Luis Chilavert, se retiró del futbol como el portero más goleador de la historia, anotando un total de 62 goles, pero éste sin embargo, durante su paso por el fútbol español, sólo podría anotar un gol, ante la Real Sociedad, y como muchos podréis recordar, mientras celebraba su autoría fue sorprendido por Goicoetxea, quien con la portería vacía y nada más sacar de centro perforó la red maña. Por fortuna para Chilavert, el marcador era de 2-0 a falta de un sólo minuto para el final.

Por tanto, en España, Carlos Fenoy, vistiendo la camiseta del Celta, es un caso prácticamente único. ¡Que grandes somos!
Fenoy jamás entendió una estrategia, ni una táctica, ni siquiera la función de una pizarra. En las concentraciones siempre encontraba un cómplice de esmoquin blanco para servirle un whisky en una tetera de acero inoxidable.

Cuando jugaba en Newell’s Old Boys, durante sus entrenamientos más desganados, se dedicaba a clasificar los balones que le lanzaban sus compañeros en dos grandes grupos: parables e imparables. No es que se tirara tampoco en busca de detener unos u otros para demostrar que tenía razón, tan solo decía cual hubiera sido el resultado si hubiera tenido ganas de entrenar: "parable", "a fuera", "palo", "imparable"... Pero él, ni se movía; solo veía pasar los tiros. Si alguien le reprochaba algo, ponía cara de intelectual, y decía: "Hoy, teoría”

Actualmente Fenoy, se encuentra en su ciudad natal, Santa Fé, totalmente apartado del mundo del fútbol. Se dedica a jugar a las cartas con los amigos y a ir de pesca por las mañanas. Por lo visto hace años que no ve un partido de fútbol.

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